La palabra ambiente proviene del latín ambiens, que significa ‘circundante’ o ‘que rodea’, y se refiere a todo lo que rodea a un objeto, es decir, todas las condiciones en las que el mismo está inmerso. En biología, ambiente hace referencia a todo aquello que condiciona las circunstancias vitales de los seres vivos, abarcando al conjunto de componentes bióticos y abióticos que forman parte de la biósfera terrestre.
Desde tiempos muy remotos, los filósofos y científicos se dedicaron a analizar la interacción entre los seres vivos y su ambiente (e.g., Lamarck, 1809; Darwin, 1859; Bateson, 1894), evolucionando desde una influencia unidireccional del ambiente hacia el organismo a una visión integral en la cual los organismos participan activamente en la configuración de su propio ambiente, y, por lo tanto, en el delineamiento de su desarrollo y evolución (Giménez, 2015). Los seres humanos son parte de este gran ecosistema, y al igual que otras especies, analizan estratégicamente su entorno, y se apropian de “nichos vacíos” para construir su ambiente en lugar de adaptarse a otro preexistente. La construcción del nicho se refiere a las actividades, elecciones y procesos metabólicos de los organismos que van a definir y modificar su propio hábitat. Esta concepción construccionista y dinámica del ambiente comenzó con los estudios de Lewontin (2000), quien sostiene que los organismos interactúan permanentemente con aquellos aspectos del mundo exterior que tienen alguna relevancia para su existencia. Tales aspectos son los que constituyen el “ambiente” de los seres vivos.
En este artículo se buscará introducir técnicas y estrategias fundamentales para la creación de un ambiente deportivo óptimo para el crecimiento exponencial de los atletas. La construcción del ambiente necesariamente requiere explorar y definir cuáles serán los rasgos y características propias de ese hábitat que le darán identidad al nuevo nicho. A escala de una organización, esto es equivalente a establecer la misión y la visión de la institución, es decir, definir las metas y expectativas que se propone alcanzar la organización a corto y largo plazo, respectivamente. Particularmente, un ambiente deportivo óptimo para el crecimiento exponencial de los atletas debe procurar ser: (i) activo; (ii) atemporal; (iii) previsible; y (iv) despersonalizado. En primer lugar, activo, porque invoca permanentemente a la acción y el intercambio energético con el entorno. Luego, atemporal, debido a que intenta inculcar acciones que sean repetidas y sostenidas en el tiempo. Previsible, porque busca la emergencia de conductas humanas que reflejen el compromiso de los individuos con los valores de la organización. Finalmente, debe ser despersonalizado, ya que se pretende que actúe como nivelador social y sea capaz de ofrecer a todos las mismas oportunidades. Siguiendo el principio de que “el todo es mayor a la suma de las partes”, resulta imprescindible dar jerarquía absoluta a la identidad del ambiente. Ya no interesa la identidad de las personas que forman parte del ambiente, sino que lo más importante es que cada individuo que interactúe con el medio logre maximizar su potencial humano, y que su crecimiento contribuya al crecimiento de todo el equipo.
Así surge el término exponencial, el cual hace referencia al crecimiento que busca garantizar el ambiente. La exponencialidad se obtiene cuando cada progreso en el rendimiento es mayor al crecimiento obtenido en estadios previos, nutriendo constantemente al talento naturalmente instalado en el atleta. El proceso de crecimiento es altamente dinámico, ya que, a lo largo de su desarrollo y evolución, el atleta sufre sucesivas transformaciones en su físico, y en su mente. A su vez, es gradual y repetitivo, dado que para dar el salto exponencial a la élite deportiva se requiere sostener en el tiempo determinadas conductas y acciones, de igual manera que ocurre con el proceso de crecimiento de un organismo espiralado. El crecimiento es gradual, pero a su vez episódico, con grandes cambios en periodos de tiempo relativamente cortos sucedidos por largos intervalos de cambios tenues, tal como ocurre con la evolución de una célula a nivel molecular.
A lo largo de su interacción con el ambiente, el atleta crece, maximiza su talento instalado, y luego migra a otro nicho donde continuará nutriéndose y construyendo su espiral. Lo importante de esta interacción es que es bidireccional, es decir, existe una retroalimentación positiva entre el atleta y el ambiente, ambos se nutren mutuamente y crecen al compás. El enlace que los une nunca se rompe, porque existe una pauta muy clara que los conecta, y es el crecimiento exponencial a partir del movimiento.
¿Qué son los valores organizacionales de un centro deportivo?
Toda institución o asociación se caracteriza por una serie de valores organizacionales, como pueden ser el trabajo en equipo, la solidaridad, la honestidad, el compromiso y el respeto. Los valores representan las creencias y los principios éticos que rigen en la organización, y asimismo sustentan su accionar y le otorgan identidad al ambiente. Establecer los valores organizacionales es sumamente importante, dado que ayuda a reunir personas que crean en los mismos principios y compartan un objetivo común. Asimismo, son de gran utilidad para orientar las pautas de acción y la conducta humana, permitiendo configurar un ambiente inspiracional y motivacional integrado por personas en búsqueda de la autorrealización que exponen al máximo sus capacidades y habilidades.
Sin embargo, la tarea de explorar y definir los valores organizacionales para establecer la identidad del ambiente no es suficiente, ya que los valores no son más que ideas y aspiraciones expresadas en palabras. La mayoría de las organizaciones tienen perfectamente definidos sus valores organizacionales, ahora el principal desafío radica en lograr transformar esos valores en acciones, es decir, que los valores fundamentales de la organización sean automáticamente proyectados en el accionar rutinario de todos los miembros del equipo. Cuando la implementación de los valores organizacionales ocurre de manera natural y espontánea, se configura un ambiente psicológicamente seguro que potencia el rendimiento del grupo, ya que cada uno de los integrantes logra cumplir satisfactoriamente sus objetivos y metas personales, estimulando el crecimiento exponencial de la organización.
Ahora bien, ¿Cómo debe proceder una organización para lograr que emerjan las conductas deseadas?
¿Qué técnicas o estrategias es necesario aplicar para que los miembros del equipo crean en los mismos principios y respeten los valores organizacionales?
¿Cómo poner los valores organizacionales en acción en un centro deportivo?
Los llamados “registros ordenadores” nacen en respuesta a la necesidad que tiene una institución de poner sus valores organizacionales en acción para alcanzar su visión. Pueden ser considerados guías que ayudan a inducir y catalizar las acciones, contrarrestando el diferencial existente entre la misión y la visión de la organización. Esto permite salir del idealismo y la conceptualidad de valores expresados a través del lenguaje, y transformar “sueños” o metas inalcanzables en objetivos reales viables.
Los registros ordenadores tienen el potencial de inducir aquellas acciones relevantes para alcanzar las metas y objetivos que se propone cumplir a largo plazo la organización. Su aplicación debe realizarse de manera estratégica previo diagnóstico de las acciones y comportamientos que ocurren en el ambiente. Es necesario aclarar que los registros ordenadores no aplican únicamente a los objetivos propios de la organización, sino que contribuyen a establecer una tendencia al crecimiento exponencial en todo el ambiente, donde cada uno de los miembros del equipo consigue alcanzar sus desafíos y metas personales. El principal efecto que generan los registros ordenadores en los integrantes del grupo es que eliminan de manera muy efectiva cualquier sesgo preexistente, configurando un ambiente predecible donde los individuos no tienen nada que esconder, ya que se piensan a sí mismos tal y como son, y, actuando y comunicándose de la misma manera.
valores organizacionales. De esta manera, se logra cumplir con la misión al mismo tiempo que se avanza en el proceso
de alcanzar la visión a largo plazo de la organización.
A continuación, se introducen registros ordenadores que se aplican sistemáticamente en un centro deportivo de alto rendimiento (Dow Center, Bahía Blanca). Los registros ordenadores aplicados en Dow Center surgieron de la combinación de: (i) la observación de la conducta de los atletas; (ii) la recopilación bibliográfica y la adquisición de conocimiento sobre el funcionamiento de la mente humana; (iii) el análisis sobre cómo optimizar y hacer más eficiente la cultura deportiva existente; y (iv) la identificación de conductas desfavorables para el rendimiento de la persona-atleta, cuya ocurrencia se busca evitar. Su implementación ha dado muy buenos resultados, ya que permitió crear un ambiente deportivo óptimo para el crecimiento exponencial, el cual se destaca por la emergencia espontánea de hábitos y conductas de alto rendimiento saludable. Si bien en este caso han sido aplicados en un entorno deportivo, los registros ordenadores que se describen a continuación pueden ser perfectamente escalables a cualquier ambiente antrópico.
saludable en centros deportivos de alto rendimiento.
Crear un entorno saludable para los atletas de alto rendimiento
Para que exista un ambiente, necesariamente debe existir un entorno. Un ambiente de crecimiento exponencial sólo podrá establecerse en un contexto de un entorno saludable que promueva el bienestar en las personas y ayude a maximizar el talento instalado. Este registro ordenador busca otorgar valor y autoridad máxima al entorno, invocando al respeto absoluto por los valores y códigos éticos que rigen allí. De esta manera, los individuos toman conciencia de las normas de convivencia y los códigos de ética que gobiernan en el entorno, y naturalmente ocurre un filtrado automático de personas que desean ser parte del ambiente, y personas que no están interesadas en integrar ese grupo, ya sea porque no comparten los mismos principios y valores, o bien porque tienen diferentes objetivos. Aquellos que desean ser parte del ambiente experimentan un sentido de pertenencia al entorno que instintivamente los lleva a actuar con responsabilidad y respeto, protegiendo su nicho ecológico. Esto permite construir un ambiente psicológicamente seguro que promueve confianza, honestidad, optimismo y solidaridad en las personas, un ambiente donde no existe el miedo al error.
Impulsar al atleta al alcance de los objetivos desde la acción
El uso eficiente del lenguaje tiene el potencial de guiar las acciones y comportamientos de los humanos. Sin embargo, no debemos olvidar que la acción precede al lenguaje, y que la escasez de acción muchas veces se relaciona a un abuso en el uso del lenguaje. Desde la acción es uno de los registros ordenadores más importantes y eficaces, ya que establece que no existe mejor aproximación a los objetivos y metas personales/colectivas que desde la inducción y la puesta en práctica de determinadas conductas humanas. Este registro ordenador invita a la iteración constante, estimulando la productividad, y despertando la introspección y el autoconocimiento en cada uno de los integrantes del ambiente.
La iteración constante con el medio potencia la capacidad para resolver problemas de los individuos, quienes se enfrentan a diferentes escenarios y situaciones cotidianas que deben resolver por cuenta propia, ganando experiencia en la toma de decisiones. En centros deportivos de alto rendimiento, los principales vectores de la acción son los atletas. El desafío es lograr que los atletas sean conscientes de que la única forma de progresar y aspirar a alcanzar sus metas y objetivos es desde la acción, por ejemplo, a partir de la incorporación de hábitos de alto rendimiento saludable que contribuyan a maximizar su potencial humano.
Desafiar a los deportistas a hacer su propio trabajo
Cualquier camino hacia la meta comienza con hacer el trabajo. Este registro ordenador busca establecer y crear conciencia acerca de la importancia de cumplir día a día con el trabajo independientemente de los resultados, el reconocimiento y la recompensa que se obtenga. Hacer el trabajo contribuye a fundar los cimientos basales para cumplir con cualquier meta o proyecto, rompiendo con el compromiso forzado y regido por una autoridad para cumplir con la tarea. Pretende el empoderamiento de los individuos para que cumplan objetivos por sí mismos, desafiándolos a que desarrollen su capacidad para resolver problemas y preparándolos para el liderazgo en la vida. El desafío de hacer el trabajo es que las personas entiendan instintivamente que el camino para alcanzar sus objetivos y metas personales comienza con su propio compromiso, responsabilidad y consistencia en realizar el trabajo día a día.
Hacer el trabajo fomenta la fuente espontánea de inspiración, motivación y voluntad para cumplir con las metas y objetivos personales, exponiendo al máximo nuestras capacidades y habilidades para alcanzar la mejor versión posible de uno mismo. Esto se relaciona a la autorrealización, y la necesidad de inculcar en cada miembro del equipo la satisfacción personal y la valoración de la labor propia, configurando la mente para no estar pendiente y expectante del reconocimiento de terceros para validar el trabajo realizado. Para ello, es necesario que las personas trabajen en el desarrollo del autoconocimiento mediante la introspección y el autoanálisis, a modo de ser conscientes de sus fortalezas y debilidades.
El autoconocimiento y el profundo deseo de crecer y maximizar el talento instalado activan la activan la autogestión en el ambiente. De esta manera, los miembros del equipo desarrollan habilidades para guiar de manera autónoma sus acciones, haciendo uso eficiente de los recursos existentes para cumplir con sus objetivos. Las personas actúan naturalmente por instinto, enfocándose en trabajar sobre su talento instalado para potenciar sus fortalezas y mejorar sus debilidades, configurando el ambiente para el crecimiento exponencial integral de la organización.
Invitar al atleta a salir del mundo de la inmediatez para confiar en el proceso
En la naturaleza, todo proceso requiere de tiempo, y generalmente los cambios ocurren de manera lenta, constante y gradual. Esta corriente gradualista tiene sus orígenes en la teoría del uniformitarismo, la cual explica la evolución del planeta desde una perspectiva filosófica y científica, y fue utilizada por el naturalista inglés Charles Darwin para proponer su teoría de la evolución de las especies. Sin embargo, los grandes avances tecnológicos acontecidos en el siglo XXI, han introducido el mundo de la inmediatez en la sociedad, una sociedad habituada a obtener una respuesta instantánea ante cada estímulo (acción-reacción), olvidando la importancia del tiempo y el cambio gradual en los procesos.
Debido a que vivimos en la sociedad de la inmediatez, el cumplimiento de nuestros objetivos suele verse afectado por la limitante del tiempo. Muchas veces, los cambios en el rendimiento humano son muy sutiles en el día a día, tornándose prácticamente imperceptibles ante cualquier métrica, lo cual puede generar un sentimiento de ansiedad e impaciencia que incita a abandonar la misión. El tiempo es fundamental para alcanzar nuestras metas, y es por ello que debemos hacer foco en analizar desde una perspectiva más lejana todo el proceso. Confiar en el proceso busca modificar la configuración de la escala temporal que utiliza cotidianamente la mente humana, saliendo del mundo de la inmediatez y las reacciones instantáneas, y configurando los relojes para que midan años, meses y semanas en vez de horas, minutos y segundos, creando conciencia acerca de la gradualidad de los procesos y el rol de la perseverancia y el tiempo en la viabilidad y factibilidad de que se cumplan los objetivos propuestos. El crecimiento exponencial es parte de un proceso lento, repetitivo y continuo, y requiere sostener en el tiempo determinadas acciones.
Confiar en el proceso invita a que los individuos, en este caso atletas, visualicen desde otra perspectiva su contexto y racionalicen acerca de la importancia de cumplir día a día con el trabajo para alcanzar la meta propuesta. La confianza en el proceso genera autoestima y seguridad en las personas al mismo tiempo que combate la frustración, la desmotivación y ese sentimiento de imposibilidad de alcanzar el objetivo. A lo largo del camino hacia la meta, cada individuo experimenta momentos de angustia que definen intervalos estáticos o bien regresiones “suaves” (de pequeño orden), las cuales sabrá superar si tiene confianza plena en el proceso. Galton (1877) sostenía que la evolución de los organismos necesariamente ocurre a partir de saltos o pasos discontinuos, y luego de cada salto evolutivo se interpondrán regresiones periódicas que tienden a volver al estado de estabilidad orgánica previo. Por otro lado, las progresiones o saltos evolutivos producen estallidos de euforia que resumen el logro alcanzado y evidencian directamente las sucesivas progresiones en el rendimiento, producto de la perseverancia y el trabajo del día a día. Estas pruebas de progreso deben quedar registradas, ya que incentivan a que los individuos no pierdan su confianza en el proceso. Una estrategia efectiva para dejar constancia temporal tangible de las progresivas mejoras en el rendimiento de los miembros un grupo es a través de la creación de rituales que conmemoren e inmortalicen los momentos célebres (por ejemplo, a partir de la creación de un mural donde los protagonistas de la acción transcriban la frase “Un poco mejor cada día”, seguido de su nombre y la fecha del evento.
Establecer un ambiente deportivo desde el afecto
Desde el afecto es un registro ordenador destinado a combatir el miedo, el cual busca, a través de vínculos y relaciones humanas, establecer un ambiente de bienestar gobernado por la empatía, donde las personas desarrollan su capacidad de resiliencia y actúan con seguridad, optimismo y confianza. Convocar al afecto en las relaciones humanas que ocurren en el ambiente constituye un gran desafío, ya que los individuos naturalmente cargan y transfieren al entorno aprendizajes anteriores que pueden ser sustancialmente diferentes de aquellos que se busca inculcar. Desde el afecto busca que los integrantes del ambiente incorporen diferentes estrategias para la transferencia y el intercambio mutuo de afecto, entre las que se incluyen: (i) el lenguaje, expresiones y tonos utilizados en las comunicaciones; (ii) los gestos e intercambios visuales; y (iii) el saludo. La calidez humana convierte al ambiente en un espacio de igualdad y confort generalizado, protegido y aislado de cualquier atentado violento, una especie de “refugio” exento de emociones tales como la ira, la envidia y el miedo, donde gobierna, por sobre todas las cosas, el “ser humano”.
Enfocarse en el proceso desde la posibilidad
Desde la posibilidad aspira a que los individuos se enfoquen en trabajar sobre las oportunidades y posibilidades existentes, inculcando el positivismo y la proactividad en cada uno de los miembros del grupo u organización. Desde la posibilidad llama a la intención, dado que, si existe voluntad e intención, existen acciones afines que hacen a la posibilidad. Este registro ordenador busca combatir el uso de herramientas y recursos “tóxicos” tales como la excusa, la queja, el chisme, la desconfianza y la imposibilidad, ya que su empleo afecta de manera directa las conductas humanas individuales y grupales, causando el progresivo deterioro del ambiente.
Practicar la resiliencia desde la oportunidad de mejora en el deporte
Este registro ordenador trabaja sobre el desarrollo de la capacidad de resiliencia de las personas para aprender a identificar oportunidades a partir de una situación negativa, luchando por atenuar el grado de negatividad que existe en el ambiente. La práctica de la resiliencia permite considerar al error/desacierto como oportunidad para potenciar y maximizar el rendimiento individual y/o colectivo. Al analizar los desaciertos desde su negatividad, aparecen las oportunidades de acierto que permitirán dar el salto necesario para sobrepasar los obstáculos. Oportunidad de mejora otorga valor a la acción y el trabajo realizado, ya que a medida que aumentan los estímulos, aumentan los aciertos tanto como los desaciertos, generando cada vez más oportunidades de perfeccionar el talento instalado. Asimismo, al interpretar los desaciertos como oportunidades de mejora, los individuos logran combatir la culpa y el miedo al fracaso.
Saber quebrar la inercia en el ambiente de alto rendimiento
Siguiendo el razonamiento de filosofía estoica, este registro ordenador trabaja sobre la base del dominio de las emociones para enfrentar a un mundo en constante cambio y sobre la racionalidad e inteligencia para discriminar entre factores que están a nuestro alcance y podemos cambiar, y factores externos al sistema que no dependen de nuestras acciones. Comprender que existen variables externas que no podemos controlar es sumamente importante para reducir el estrés y conseguir la tranquilidad del espíritu (ataraxia). De acuerdo al estoicismo, lo único que verdaderamente podemos dominar es nuestra mente, nuestras emociones y nuestros actos.
Quebrar la inercia busca que los individuos sean flexibles y logren adaptarse a los cambios que ocurren en el entorno, actuando libremente sin estar condicionados por las acciones y experiencias vividas en el pasado. Esto permite que los miembros del equipo vayan “livianos” en el camino a la cumbre, sin cargar con mochilas pesadas que condicionen su ascenso. Para ello, es necesario lograr establecer un reseteado en el ambiente y eliminar cualquier tipo de prejuicio preexistente, a modo de lograr que los individuos dejen atrás las experiencias vividas en el pasado, ya sean de éxito o fracaso, y den lugar a nuevas puertas que están por abrirse en el futuro inminente. El objetivo es trabajar en el perfeccionamiento de la capacidad de adaptación a los cambios para lograr atención plena al presente (mindfulness). Como sostenía el filósofo griego Epicteto, el presente es el único periodo de tiempo sobre el que realmente tenemoscontrol, y es por ello que debemos trabajar sobre la capacidad de estar enfocados en el presente. El futuro puede causarnos temores infundados, ansiedad y estrés, mientras que el pasado puede evocar tristeza y depresión. En el deporte de alto rendimiento, saber cómo quebrar la inercia es sumamente importante, ya que, por ejemplo, durante la temporada de competencia permite que los resultados de partidos previos no tengan incidencia sobre el estrés, el estado de ánimo y la performance de los atletas en los enfrentamientos venideros.
Fomentar la prudencia en la comunicación dentro del ambiente deportivo
Prudencia es un registro ordenador especialmente creado para reforzar la confianza individual y crear seguridad en los miembros del grupo. La prudencia es aplicada fundamentalmente en las comunicaciones y el uso del lenguaje, el cual debe ser efectivo en la transferencia de información de manera directa, precisa y armónica. Como propone Bateson (1979), desprovistas de contexto, las palabras y las acciones carecen de todo significado, y aun cuando existe voluntad de socorrer al progreso, existen formas efectivas e inefectivas de auxilio. Toda comunicación exige un contexto, dado que necesariamente debe existir alguna pauta que permita conectar al emisor del mensaje con la persona que dispone de su tiempo para recibir el comunicado. Un mal uso del lenguaje en las conversaciones puede causar reacciones caóticas que tienden a perjudicar el ambiente. El llamado a la prudencia ocurre como vía de escape para evitar el uso de opiniones disruptivas que involuntariamente generen un sentimiento de menosprecio por el trabajo realizado por quienes reciben el mensaje. La clave radica en encontrar la manera más efectiva de interactuar y transmitir el comunicado para que sea bien recibido y ayude a maximizar el rendimiento ajeno.
Por un lado, prudencia alude a aplicar la humildad y la sensatez en cualquier conversación, actuando de forma pasiva y escuchando las opiniones y propuestas de los protagonistas de la acción previo a enunciar nuestra propia visión de los hechos, evitando medir, evaluar o juzgar su perspectiva, y manifestando un respeto absoluto por el tiempo invertido en la realización del trabajo.
Por otro lado, este registro ordenador propone enfocarse en evitar el empleo expresiones disruptivas y/o arrogantes que afecten la recepción del mensaje que se desea comunicar. Una metodología efectiva para evitar una transferencia ineficiente de lo que se pretende comunicar es configurar la mente para comenzar los diálogos de manera pasiva, advirtiendo al receptor que a continuación daremos nuestra opinión personal, la cual puede diferir o no con la que acabamos de escuchar, o bien puede traer a la conversación una alternativa para resolver el problema. Algunos ejemplos de expresiones de uso frecuente son “Voy a ser imprudente…”, o “Estoy pensando en voz alta…”.
Promover el seteo en la conducta del atleta
Este registro ordenador se aplica de forma prematura para evitar futuras conductas o acciones indeseadas que puedan llegar a afectar las actitudes y comportamientos de los integrantes del ambiente. Se trata de anticiparse al problema e impedir su ocurrencia mediante la aplicación de guías que se encargan de direccionar y rectificar el accionar de los individuos de acuerdo a las metas que se desea alcanzar en el futuro, a modo de sortear posibles zigzagueos que distorsionan el camino y generan un retardo en el cumplimiento de los objetivos planteados.
Alcanzar la mejor versión del atleta a través de la confianza
Este registro ordenador pretende crear confianza en los miembros del equipo a partir de la tolerancia al error, ya que la única oportunidad de progresar es a partir del error. Confío en vos utiliza el desacierto para hacer visible la solución al problema. El error crea oportunidades, y tal como expresó alguna vez Albert Einstein, quien logra encontrar la salida y superar sus desaciertos se supera a sí mismo, evitando ser “superado”.
La tolerancia al error y la confianza plena en el trabajo realizado despierta la voluntad de seguir intentando y el desafío personal de superar el error para lograr alcanzar nuestra mejor versión. Esto produce un efecto contrario a lo que naturalmente ocurre ante la emergencia del error. Normalmente, error es sinónimo de terror, ya que cualquier desacierto viene acompañado del reto y la sanción, inculcando miedo en el ambiente. Como resultado, las personas experimentan un sentimiento de incompetencia que viene aparejado a la frustración y la depresión, las cuales tienden a extenuar el deseo de progreso. En cambio, desde la perspectiva de la oportunidad, el error desafía a la competencia y la autosuperación. Los individuos se creen capaces de mejorar, y trabajan sobre el error para mejorar y alcanzar su mejor versión, creando un ambiente exento de conformismo donde no existe posibilidad de escapar y abandonar la misión; un ambiente exponencial, donde cada individuo lucha de manera ininterrumpida por combatir sus errores y maximizar su rendimiento.
Trabajar la previsibilidad del ambiente deportivo bajo el concepto “Delante de la Ola”
Un buen nadador sabe que siempre conviene estar delante de la ola que detrás, a modo de evitar ser sacudido y golpeado por las olas en la zona de rompiente. Delante de la ola es un registro ordenador que configura el ambiente para anticiparse a la acción. Requiere un análisis y pronóstico de los acontecimientos que se aproximan, a modo de actuar prematuramente y sortear futuras contingencias que puedan causar un deterioro del ambiente. El empleo de este registro ordenador activa la proactividad y la capacidad de resolver problemas de las personas que coexisten en el ambiente, quienes actúan naturalmente por instinto preparándose para lo que viene. Además, delante de la ola trabaja sobre la previsibilidad del ambiente, preparándolo para responder ante cualquier factor externo que potencialmente pueda llegar a afectar su funcionamiento y condicionar el rendimiento de los atletas. De esta manera, todas las personas que forman parte del ambiente están configuradas para anticiparse a los hechos y mantener latente una de las principales características que definen a un ambiente deportivo de crecimiento exponencial, la previsibilidad.
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