¿Cuáles son las fases del hábito?

El proceso de construcción de un hábito puede ser dividido en cuatro etapas o fases principales:  (i) señal, (ii) anhelo, (iii) respuesta y (iv) recompensa. Estas cuatro fases constituyen la columna vertebral de los hábitos, y representan diferentes estadios por los que transita la mente durante el proceso de construcción de los hábitos. Para crear un nuevo hábito, necesariamente se deben  cumplir satisfactoriamente las 4 etapas, siguiendo ese mismo orden.  

Si una conducta resulta insuficiente en cualquiera de las cuatro etapas, no se convertirá en hábito. Si se elimina la señal, el hábito nunca comenzará;si se reduce el anhelo, no se encontrará motivación suficiente para actuar; si la conducta es demasiado difícil, se tornará imposible de realizar; y finalmente, si la recompensa es incapaz de satisfacer el deseo, entonces no existirán razones para  repetir la conducta en el futuro. En ausencia de cualquiera de las tres primeras etapas, la conducta nunca se pondrá en práctica, mientras que, si no se cumple la última etapa, la conducta no podrá repetirse y sostenerse en el futuro. 

A continuación, se analizará por separado cada una de las etapas fundamentales para la creación de hábitos. Este análisis permitirá tomar conciencia acerca de cómo trabajan los hábitos y qué estrategias existen para lograr incorporar nuevos hábitos saludables y vencer a aquellos hábitos que  aplacan el rendimiento e impiden alcanzar el bienestar general.  

Etapas del hábito. 1. Señal; 2. Anhelo; 3. Respuesta; 4. Recompensa. Basada en Clear (2019).
Etapas del hábito. 1. Señal; 2. Anhelo; 3. Respuesta; 4. Recompensa. Basada en Clear (2019).

Primer etapa del hábito: la señal

Es el desencadenante de un proceso neuronal que incita a realizar una determinada conducta. Se trata de una pequeña porción de información que anticipa la recompensa que potencialmente se obtendrá. 

La señal es un rasgo común a la especie humana desde tiempos muy remotos. En el pasado, previo a la Revolución Neolítica, la vida era muy distinta a como la conocemos hoy, y por cuestiones de supervivencia, el hombre solía estar alerta a diferentes señales que indicaban donde se encontraban las recompensas elementales para la vida, tales como la fuente de agua y comida, así como también espacios para descansar y recuperar energía luego de largas migraciones de un lugar a otro.  

En la actualidad, las personas invierten gran parte de su tiempo esperando señales que anticipen recompensas secundarias que no están directamente relacionadas con la supervivencia, como pueden ser la fama y el dinero, el reconocimiento, la amistad y el amor. La mente trabaja continuamente analizando el entorno y el ambiente interno y externo para encontrar señales que permitan localizar las recompensas. La señal es el disparador que alerta a la mente de que existe una  recompensa cercana, lo cual naturalmente conduce al profundo deseo por alcanzarla. 

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El anhelo, la segunda fase del hábito

Los anhelos constituyen el segundo paso y son la fuerza motivacional que hay detrás de cada hábito. Sin cierto nivel de motivación o deseo, sin anhelar un cambio de conducta, no existirían razones suficientes para actuar. 

El anhelo no es por el hábito en sí mismo, sino por el cambio de estado general que trae aparejada la incorporación de ese hábito. A modo de ejemplo, no existe anhelo alguno por cepillarse los dientes, sino que lo que se anhela es la sensación de tener la boca limpia. Cada anhelo está unido al deseo de cambiar el sentimiento interno. No existe un deseo por prender la televisión, sino que el  deseo es realizar una actividad que permita distender la mente durante un rato. 

La respuesta, la tercer fase del hábito

La respuesta representa justamente la acción inicial, el instante en el que se toma la decisión de iterar e intentar incorporar una determinada conducta deseada. La viabilidad de esta etapa es función del grado de motivación existente, y de la tensión o resistencia asociada a la conducta que  se busca suprimir o incorporar. Si la acción exige una mayor demanda energética mental y/o  corporal que aquella disponible en ese preciso momento, las probabilidades de intentar realizar la  acción serán muy bajas, dado que la mente tiende a percibirla como un imposible. Sin embargo, con  la motivación por sí sola no alcanza para obtener la respuesta deseada, sino que también es necesario  que las habilidades y capacidades intrínsecas de la persona sean suficientes para la puesta en acción  de la conducta que se desea incorporar. El hábito, sólo podrá ocurrir cuando la persona es  competente para repetir una y otra vez la misma conducta. 

La recompensa, la cuarta fase del hábito

A partir de la respuesta, nace la recompensa. Las recompensas son la meta final de todo hábito.  La mente humana persigue la recompensa básicamente por dos razones fundamentales: (i) generan  orgullo y satisfacción; (ii) enseñan. 

En primer lugar, la recompensa permite satisfacer el anhelo. Efectivamente, las recompensas  proporcionan beneficios por sí mismas, como por ejemplo los alimentos y el agua, los cuales son la  fuente de energía básica que necesita el cuerpo para sobrevivir. De la misma manera, obtener una  promoción en el trabajo permite alcanzar un mejor salario y ganar el respeto de los colegas. Ponerse  en forma mejora la salud física y mental, y aumenta las posibilidades de conseguir una pareja. Sin embargo, el beneficio más inmediato de las recompensas es que, al menos por un instante,satisfacen  y alivian el anhelo.  

En segundo lugar, las recompensas permiten registrar qué acciones pueden ser eventualmente  útiles en el futuro, a modo de almacenarlas y registrarlas satisfactoriamente en el cerebro para lograr  reproducirlas automáticamente cuando sea necesario.  

El cerebro actúa como detector de recompensas. Conforme progresa la vida, el sistema nervioso  sensorial monitorea constantemente aquellas acciones que satisfacen el deseo y producen placer.  Tanto el sentimiento de placer como el de decepción forman parte de un complejo mecanismo de  retroalimentación que permite al cerebro distinguir entre acciones útiles, que merecen ser  recordadas e incorporadas automáticamente en el futuro, y acciones inútiles cuya ocurrencia es  inesperada en el futuro. Las recompensas cierran el circuito de retroalimentación y completan el  ciclo de los hábitos. 

La toma de conciencia de los hábitos

Toda conducta humana está dirigida por el deseo de resolver un problema. Algunas veces, el problema consiste en descubrir algo bueno que se busca obtener. En otras ocasiones, el problema es el sentimiento de dolor, y el anhelo de eliminarlo. De cualquier manera, el propósito de todo hábito es resolver los problemas que enfrentan las personas en el día a día.  

Sin embargo, conforme pasan los años y las personas se vuelven adultas, rara vez toman conciencia y se percatan de las acciones que conducen su vida en el día a día. En otras  palabras, el accionar de cualquier persona adulta está controlado por una compleja programación mental que se encuentra operando todo el tiempo y gobierna automáticamente la secuencia de  acciones que cada individuo realiza cotidianamente.

Ejemplos de hábitos comunes en la sociedad. Cuando las personas se vuelven adultas, gran parte de las acciones que realizan cotidianamente ocurren de manera espontánea y automática, es decir, no demandan cognitivamente al cerebro al acto de racionalizar y tomar consciencia de la acción, sino que el sistema neuronal opera gran parte del tiempo en “piloto automático”. Basada en Clear (2019).
Ejemplos de hábitos comunes en la sociedad. Cuando las personas se vuelven adultas, gran parte de las
acciones que realizan cotidianamente ocurren de manera espontánea y automática, es decir, no demandan
cognitivamente al cerebro al acto de racionalizar y tomar consciencia de la acción, sino que el sistema neuronal opera
gran parte del tiempo en “piloto automático”. Basada en Clear (2019).

Ahora que ya sabes cuáles son las fases del hábito podrás crear nuevos hábitos que permitan potenciar tu rendimiento a partir de la búsqueda constante del  bienestar general. Si te interesa y querés leer más artículos como estos podés visitar nuestro blog de Exponential Academy. 

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